miércoles, 5 de febrero de 2014

Las seis fases del Post-MIR precoz: sobrevivir esa primera semana.

Nota: estas fases no tienen por qué seguir una secuencia ordenada y pueden alternarse dentro del mismo individuo, dependiendo de los años potenciales de vida (ajustados por calidad, claro) que haya perdido preparando el examen y de su tendencia particular a la ciclotimia.


1. Negación. Esa misma noche y los dos o tres días posteriores al examen no te podrás creer que ha terminado, que ya está hecho. Incluso te sorprenderás divagando sobre temas médicos y pensando: "Esto podría caer" para a los tres segundos darte cuenta de que el MIR ha pasado y eso no ha caído. El MIR ya ha pasado y le hemos mirado a la cara. Te quedarás parpadeando, incrédulo, mirando al vacío, presa de un sentimiento de orfandad cósmico hasta que logras sobreponerte al hecho de que el MIR ha pasado y la vida sigue. No se han abierto océanos de fuego ni se ha desencadenado el Ragnarok. Necesitarás un momento.


La cara que se te queda

2. Indiferencia. Mientras intentas sobrevivir a la resaca monumental-te durará de uno a dos días si has hecho las cosas bien-intentarás con todas tus fuerzas no pensar. Darte un par días de relax. Ah, pobre incauto. No lo lograrás. Bueno, tú creerás que sí, pero tu subconsciente estará maquinando en la parte de atrás de tu cabeza, barajando netas, estimando posibles percentiles, tratando de prepararse para el escenario de acabar haciendo Hidrología en Ceuta. Ello provocará que no esté atento a las tareas ordinarias, con lo que caerás en escenas del tipo intentar calentar el café en el frigorífico; creer, todo en el mismo lunes y con minutos de diferencia que es, consecutivamente, domingo, miércoles y jueves; darle dos veces de comer al perro porque no sabes si el recuerdo que tienes dándoselo es de hoy o de ayer...tu cuerpo irá por una parte, tu subconsciente por otra y tu yo consciente flotará en un limbo indeterminado con una sonrisa bobalicona en la cara. Pero cuidado: la alegría le durará poco (véase fase 3).

Con ese gesto vas a ir por la vida.

3. Ira. Poco a poco irá calando en ti el hecho de que han puesto en imágenes una curva Kaplan-Meier. Esto no es algo fácil de asimilar para el cerebro humano medio. Kaplan. Meier. Tu bilis borboteará poco a poco al fuego lento de estas dos palabras- KaplanMeierKaplanMeierKaplanMeierKaplanMeier- y de repente un día, cuando menos te lo esperes, vomitarás un chorro de furia homicida -para entonces, si tienes suerte, ya se te habrá pasado la resaca y el chorro no contendrá tequila, ron o Ballantines-que irá a caer sobre el blanco más evidente que es, normalmente, la academia. Esa gente que dijo que era imposible que cayeran imágenes de estadística sigue viva porque las maldiciones no matan.


KaplanMeier

4. Negociación. Empiezas a tener noticias de que la gente está corrigiendo el examen. La anguila escurridiza y fría de la incertidumbre comienza a cogerle gusto a eso de reptar por tu estómago y empiezas a negociar contigo mismo: "no lo meto hasta que no salga la plantilla oficial. No, porque antes es tontería. Si lo meto cuando salga la plantilla oficial seguro que quedo en un puesto decente, ¿Verdad? ¿Verdad?". Llegados a este punto es, sin lugar a dudas, el momento en el que se coquetea más estrechamente con la esquizofrenia. Se abre un abismo entre dos personalidades encontradas que empiezan a negociar la una con la otra: por un lado la que quiere meterlo y terminar con las dudas, y por otro la acojonada de la vida que quiere esconderse detrás de los abrigos y confiar en que, de algún modo, todo se solucione. Esto se traduce en violentos cambios de opinión merced a los cuales a las nueve de la mañana piensas que es mejor esperar, después de comer te parece mejor meterlo, a media tarde otra vez que no, a la hora de cenar alguien de tu familia no puede más y te recomienda cariñosamente que lo metas de una p**a vez...Y además esta lucha constante entre los dos pareceres acaba sublimándose en pesadillas monotemáticas donde repasas una y otra vez las diez o quince preguntas donde te arriesgaste. No comprendes de qué rincón de tu ser salió esa tendencia suicida e intrépida que se apoderó de ti, haciéndote arriesgarte cuando dudabas entre tres opciones, viendo ahora el absurdo que has cometido y deseando que se te acabara la tinta de los siete bolis que llevaste al examen antes de haber seguido contestando preguntas de aquella guisa.

Yo en la 51 contesté la c

5. Dolor emocional. Pasas revista a los ocho meses de preparación, ocho meses que no volverán, a todas esas horas estudiando y mirando por la ventana hasta tal punto que aprendiste a calcular la hora por la altura del sol. Todo ese tiempo con la TNM de los cánceres ginecológicos, con las glomerulonefritis, con los test de contraste de hipótesis y los antidiabéticos orales para que al final la primera pregunta que te encontraras al abrir el examen fuera cuál de las siguientes no es una función de la fiebre. Te duelen todos esos conceptos esquivos que pronto se perderán como lágrimas en la lluvia, que no tuvieron ocasión de ser utilizados...Pero, sobre todo, te duele la curva de Kaplan-Meier (en este momento es posible que se experimente una breve regresión a la fase 3, que te permitirá reunir todos los cojones reales o metafóricos que guardes escondidos en tu interior para poder alcanzar la fase 6).



6. Aceptación. Corriges la plantilla.

Te enteras de tus netas (estimadas).

Eres libre hasta la siguiente fase de este tortuoso proceso.

5 comentarios:

  1. Me alegra que hayas vuelto, ahora ya no me perderé tus entradas :)))
    Has pasado ya lo peor, pero es verdad que ahora la espera se hace muy larga: ahora tienes tiempo para darle vueltas al coco y la incertidumbre sobre el futuro se maneja regular. ¡¡Intenta buscar distracciones!! Mucho ánimo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tengo una lista de cosas para hacer enorme! Muchas gracias por pasarte, un saludo!

      Eliminar
  2. Nos encanta tu blog!!pásate por el nuestro y echa un vistazo a nuestras novedades ^^. Muchos besos
    http://mdeunalectora.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
  3. Estoy en un bucle emocional, atrapado entre las fases 3,5 y 6.......Gran entrada. Verdad de la buena. Besos.

    ResponderEliminar
  4. Jajajajajajajajaja.....podría estar así hasta que se me acabase la guardia de hoy (tengo un tiempo para mis cosas) me he visto reflejada en las fases 3-4-5, es una entrada genial. Yo me examiné por vez primera, sin idea de lo que era, sólo de oídas...y estoy montón de furiosa conmigo misma por haber tratado de no dejar ninguna sin contestar...ufff. Pero bueno, ya estoy preparándome para pagarme la academia que sea por internet para presentarme el año próximo. Me encanta tu blog: tiene la frescura de la juventud y la sabiduría del que ha vivido. Saludos.

    ResponderEliminar